Pan de hamburguesa
No hay mejor pan de hamburguesa que el que uno puede hacerse a sí mismo. No es por echarme flores pero tengo que confesarles que esta receta es absolutamente infalible si buscáis la clásica textura de la burger americana, muy lejos de los molletes y panes un poco más crujientes que últimamente se han puesto de moda en los garitos más abarrotados – y que no digo que no estén bien.
Pero como sé que muchos de vosotros sois de los de toda la vida, os brindo esta receta para que, en un par de horitas, tengáis listos vuestros panes para rellenarlos de la más jugosa carne picada de ternera – siempre comprada en la carnicería y pasada por la picadora una vez solamente – simplemente condimentada con un poco de pimienta negra y sal, algunos vegetales como la lechuga y el tomate, un poquito de queso del que más os guste y alguna salsa que ande rondando vuestra nevera. ¿Se puede pedir más?
Lo único que sí que os digo es que os arméis de paciencia, estos panes son sencillos de hacer y para ellos no necesitaréis emplear mucha atención pero sí que deberéis respetar sus dos levados de rigor que llevan cada uno de ellos una horita. Pero, creedme, merece totalmente la pena. Y, si no me creéis, probadlos y luego me contáis.
Be burger, my friend.
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