Tajine de Cordero
Llamado así por el recipiente en el que se cocina, el Tajín, este guiso de cordero es muy popular en las tierras de Marruecos donde el animal se condimenta con diferentes especias como la canela y termina acompañado de almendras y algunos frutos secos como ciruelas pasas u orejones. Indudablemente, hay centenares diferentes de «Tajine de cordero» porque este significado sólo se ciñe al método según el que se prepara pero sería lo mismo que decir «Caldereta de cordero», ¿no las hay muy diferentes?
Aunque nos estemos centrando en el recipiente, ya sabéis que cualquier olla será perfectamente apta para ejecutar este guiso de puro sabor que después acompañaremos con un cuscús simplemente remojado con agua y terminado con un poco de mantequilla, como se hace por aquellas tierras.
En muchas ocasiones, lo que diferencia los tajines, son las verduras con las que se cocinan, las especias que se añaden y, si llevan o no, un buen chorrito de miel; ingrediente del que suelo prescindir abogando por la erradicación del exceso dulce en nuestras cocinas.
Sencillo, una carne rica, un poco de cebolla, zanahoria (y/o calabaza), un puñado de almendras tostadas, alguna fruta seca y una mezcolanza de canela, jengibre, cilantro, pimienta negra y, quizás, un pelín de agua de azahar o agua de rosas, totalmente opcionales estos últimos.
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